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febrero 15, 2011

De lo Sublime a lo Fantástico. Por Pablo del Toro.

(Publicado en www.toroestoro.com el 01/02/2011. Decimotercera Corrida de la Temporada Grande 2010-2011 en la Plaza de Toros México. Siete toros de Xajay para Eulalio López 'El Zotoluco', Julián López 'El Juli' y Octavio García 'El Payo'. Corrida llevada a cabo el 30 de enero del 2011.)

 Foto: Manolo Briones. Tomada de www.suertematador.com

Ni el palco de autoridad que está poblado de ineptos que cumplieron con creces su cuota semanal de petardos pudieron arruinarle la noche a Julián López El Juli.

El triunfo de El Juli ha dejado de lado todo tipo de marrullerías y suspicacias. Ha sido indiscutible. Ha sido colosal.

Fueron siete moritos queretanos de Xajay los que desfilaron por la arena de La México, bien presentados todos, con edad y pitones. Fueron buenos aunque se coló algún mansito, no tenían malas ideas y hubo otros que tenían condición física para llegar caminando a la Villa si hubiera sido necesario.

Zotoluco: Poco pan, mucho circo

No es sorpresa para nadie el estilo de Eulalio López pues lo ha profesado durante sus dudosas mil corridas. Él viene a lo suyo, con su toreo vulgar de pierna retrasada y en escuadra, a pegar molinetes, martinetes y pases de pecho a distancia mientras recorre metros y metros entre pase y pase.

Es una pena porque el Zotoluco tiene la facultad de pocos, pues les entiende bien a casi todos sus toros y aunque les da la lidia correcta, saca chispas por todos lados y termina por ser una cosa espantosa.

No debió permitir que lo sacaran a hombros de la plaza, porque no lo merecía. No merecía ninguna de las dos orejas ‘de mentiritas’ que el bondadoso y caritativo juez le donó con moño y tarjetita “de/para” incluidas.

El Juli: Vino, vio y venció

El domingo 31 de enero de 2011 Julián López escribió con letras de oro su nombre en el corazón y en la memoria de la afición capitalina. El Juli hizo el paseíllo con la decisión de salir a hombros por la puerta grande con el triunfo más sólido, más justo e indiscutible que se han visto en los últimos años en la Plaza de Toros México. Y, por supuesto, lo logró.

El Juli no se anduvo con rodeos. Con la decisión, inteligencia y capacidad que sólo las figuras consagradas a nivel mundial tienen saltó al ruedo entregándose en cuerpo y alma, creando una auténtica sinfonía a dueto con su nobilísimo y obediente toro de regalo. Julián no se dejó distraer por los despistados villamelones que pedían el indulto de “Guapetón” y antes de que el juez saliera con su chistosada se tiró a matar ambicioso de un triunfo de los de verdad, dejando una estocada entera que sentenció el corte de las orejas y el rabo, que al menos en esta plaza, años tenía de no ser tan justo y unánime.

A pesar de que le pitaron una oreja, a pesar de las dos que le regalaron a el Zotoluco, a pesar de malograr con la espada la faena del quinto que también fue fenomenal, a pesar de se topó con el manso del encierro, a pesar de que a un miembro de su cuadrilla le dieron una cornada, Julián López obtuvo un triunfo a toda ley. Con ello, sin ello y a pesar de ello.

¡Grande Julián, grande maestro!

¿Quién eres, Payo?

Si bien Octavio García el Payo no sorteó bureles a modo, es un hecho que vimos un Payo completamente desconocido. Un Payo desconcentrado, entregado, eso sí, pero carente de afición, de técnica y de ambición. Parece que Octavio sufrió un trastorno de personalidad y ahora le dio por tomar sus toros del costillar, pegar pases sin ton ni son y sin parar los pies.

Éste no es el Payo que conocimos, y ojalá regrese el auténtico y original porque esta vez nos dieron una versión pirata. Aún tiene un compromiso más ésta temporada.

No nos decepciones, Payo.

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